Buscando barca perdí mis mares
y me encontré a la deriva
de tus piernas, prisionera.
Y sin timón ni timonel
ni cartas de navegación
recurrí de nuevo a las olas.
Me aprisionan, me estrechan
incluso me roban el aire.
Me revuelcan sobre sus orillas.
No pude aprender a vivir
sin sus aguas ardientes,
sin tus manos heladas.
No pude seguir nadando
prisionera de mi, libre de ti,
dueña de nadie.
Buscándote perdí tus mares.
Ahora me anclo a tu barca,
a tu olas. Anclada a ti.
Precioso, me encanta. Echaba de menos leer alguna cosa tuya. ¡¡No dejes esto tan abandonado!!
ResponderEliminarSi es que no tengo tiempo ni para sentarme frente al ordenador :( :(
EliminarMuchas gracias!! ^^
No puedes, o no debes, mejor dicho, estar anclada a alguien o por alguien que no lo está, o no lo ha estado nunca por ti… ¿Dónde queda nuestro orgullo? jajaja. Lo sé, es fácil decirlo, pero a la hora de la verdad todos pecamos de los mismos mares en los que naufragamos, queriendo o sin querer, una y otra vez.
ResponderEliminarY a veces desear que un remolino se lo trague todo…
Se te echa de menos por estos lares ;) Espero que todo te esté yendo bien ^^
Un besito
Sinceramente? Soy muy feliz ^^ Y suena tan utópico que da hasta miedo decirlo en voz alta XD
EliminarOdio no tener tiempo para pasarme por aquí más a menudo, yo tambie´n os echo de menos...
Un beso!! ^^
Entonces si estás muy feliz es lo principal (y me alegro mucho ^^), y que se quite todo lo demás.
ResponderEliminar:)
La niña escribe cosas muuuuuu bonitas, de verdad!!!
ResponderEliminarCelebro que seas feliz, es un estado muy poco usado en estos días.
Un besico, vecinita
Algunas veces las anclas vienen con unas cadenas muy largas y pesadas y eso las hace parecer menos atractivas a quienes no las conocen del todo...
ResponderEliminarSaludos
J.