Ella entró como vendaval sin viento, legaña de sus mañanas olvidadas en el asiento que duerme junto a la ventana. Pidio su café y volvió al lugar de siempre. En varios días, y sin saberlo, había logrado crear una rutina que no podía saltarse. "Las rutinas son importantes, nos hacen predicciones automáticas de nuestros actos, nos evitan el estrés diario y el miedo a lo desconocido".
Él también había formado parte de su rutina, encontrarse cada día en el mismo lugar lo hizo invisible. Tanto es así, que hasta a los 7 cafés y novela, no sintió la necesidad de saber como se llamaba.
Y aunque tardó, ella se percató de su existencia. No por su necesidad innata de enamorarse cada día, sino porque hacía tiempo que no compartía un hábito tan especial. "Los detalles insignificantes marcan la diferencia".
Lo ideal sería que el chico de los ojos negros se preguntase lo mismo. Pero no es una novela, estamos en una cafetería, y esas cosas no pasan. Excepto cuando aquella loca, a eso de las 10:32, gritó que buscaba padre para su hijo... pero esa es otra historia que no vamos a contar.
ay! yo había comentado esto! pero no se ha guardado!
ResponderEliminar:(
viva el café y el amor de café aunque te eche el estómago abajo!
Seguimos con los cafés y las historias. Algún camarero de café habrá escrito alguna vez una novela basada en las historias a las que asiste día a día?
ResponderEliminarPor cierto, ¿las 10:32 no es demasiado temprano para buscar un padre? ijiji.
Un beso!
Los detalles insignificantes son los que nos enamoran, si nos fijamos bien, y muchas veces resultan ser los más grandes y los que más nos llenan...
ResponderEliminarHe caído aquí siguiendo a Aire, que he visto un comentario tuyo en su blog y me ha llamado la atención ^^
Por cierto, cómo consigues llevar 4 blogs a la vez? jajaja :)
Un saludo
Te lo permito por supuesto, y estaré tranquila :) seguro que entre cafés y cafés encontramos buenas historias (como la que nos has traído aquí) ... ^^
ResponderEliminarno!! es que no me actualiza tu blog! no sé por qué me odia!! :(
ResponderEliminarde todos modos, no bebas tanto café!! que te vas a poner mala!
Es verdad... que esas cosas no pasan.
ResponderEliminarMe gusta.
Yo también tengo un rincocito donde me acurruco cada día.
ResponderEliminarBesos enormes