Una selva en la que durante el día se podría producir hasta la más tierna película infantil, envuelta por una tonalidad de colores mágica y repleta de flores y árboles tan exóticos que no existen libros de botánica que detallen cada parte de sus hojas y sus ramas, puesto que son inexplicables. Y por la noche, por la noche te arrepientes de haberte visto sucunbido en sus encantos, puesto que la hermosa gama de colores se vuelven grises, y las flores y maravillosos árboles que asfixian con sus hojas y sus ramas hasta que la sangre se te cuaje y el mismo corazón deja de tener miedo.
Dos caras, dos mundos en un mismo lugar, dos totalidades diferentes en un mismo todo.
Magnífico lugar para el reptar de una serpiente capaz de engañarte con el tintineo de sus cascabeles, el susuro de su lengua viperina o su mirada tan helada a la vez de hechizante.
Repulsiva, dominadora.
Fascinante, vomitiva.
Adorable a la vez que odiable.
Cuéntame, extraño encantador de serpientes, el truco para dominar a lo imposible de amaestrar.
Enséñame, al menos, uno de tus trucos.
¿Por qué no?
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Gracias por pasarte por el bosque mágico, vuelve cuando quieras ;)