Inocencia la tuya si piensas que puedes jugar a ser Dios y elegir tu futuro. Intentas reconducir la situación para que no se repita el final, pero por mucho que mezcles los hilos, está predestinado.
Destino infiel.
Destino maldito.
Destino que juegas al aro con mis intenciones, siendo el palo que golpea las heridas de mis dulces guerrillas con pantalones ajustados. Destino que atormentas con risas malvadas las horas que no pienso en ti, los minutos que no te recuerdo.
Hace dos inviernos las plantas florecian en otoño y morian en primavera. Hoy no sabemos que nos tiene preparado el destino. Solo sé que fuera llueve.
El destino puede ser muy cabrón, a veces. Otras, nuestro mejor aliado. Quizá es cosa nuestra, en el fondo, pero no queremos cargarnos con esa responsabilidad...
ResponderEliminarSiempre es cosa nuestra, pero culpar al destino me libra durante unos días de la responsabilidad de elegir.^^
EliminarEl destino a veces es un poco hijo de puta... pero toca confiar en que otras veces ese mismo destino traerá cosas buenas, y aprender a torear como buenamente se pueda las malas... todo sea por sobrevivir.
ResponderEliminarFeliz finde!
Todo sea por sobrevivir... Me gusta ^^
EliminarFeliz finde!
Qué curioso, tengo yo la misma sensación. Es como si estuviésemos saltando entre círculos, que a veces volvemos al principio, como dices, repitiéndose algunas situaciones, pero con personajes diferentes.
ResponderEliminarSupongo que tenemos la suerte de que si eso ya lo hemos vivido, podremos superarlo mejor...
Un besito
Eso espero, poder salir con menos heridas de está batalla. Espero que la experiencia nos acompañe ^^
EliminarSuena bastante triste.
ResponderEliminarYa... Estoy trabajando en buscarle el lado alegre...
EliminarA mí me gusta :)
ResponderEliminar^^
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