martes, 10 de julio de 2012

Liviana

Ser mujer no es fácil, los hombres lo tienen más sencillo.

El lado masculino solo tiene que pensar, contar y tener en cuenta en cada momento el paso que viene a continuación. Ser preciso. Con soltura y limpieza. Firme. Y con un dulce juego de manos que te permite llevar el control, siempre y cuando la pareja se deje.

El frente femenino no piensa, simplemente se deje dejar llevar, y aunque no me guste tomar decisiones, eso es algo que nunca se me dió bien. Me inquieta ser sorprendida, pero me agrada. Espero el paso siguiente con la misma sonrisa que un regalo el día de mi no cumpleaños.

Miento. La mujer si piensa.. Debe estar pendiente del hombre, de sus errores, de sus intenciones. Debe ser liviana pero a la vez firme. Y sin que sirva de precedente, tiene que hacerlo bonito.

Al final es como la vida ¿no? Nos gusta dejarnos llevar, pero tener siempre el último paso para que las vueltas salgan derechas.

A mi las vueltas me salen un poco torcidas, pero es por falta de práctica. Espero controlar el cross con vuelta para la próxima actualización.

3 comentarios:

  1. En estas cosas, yo creo que nunca dejamos de sorprendernos y de aprender. Unas veces lleva uno, y otras se deja llevar. Debe existir cierto equilibrio. Entre los dos hacerlo bonito. Al menos así lo creo, que también tengo las vueltas un poco torcidas. ;)

    No sé si se llega a controlar del todo este asunto, pero supongo que con el tiempo sabemos predecir ciertos pasos, y las caídas que antes podía quebrarnos en pleno vuelo no son tan dolorosas...

    Un besito

    ResponderEliminar
  2. Okey :) (a tu comentario en mi blog)

    ResponderEliminar
  3. Ser hombre parece sencillo,
    lo difícil viene cuando empiezas a llorar,
    ...a llorar, a cuando estas solo.

    ResponderEliminar

Gracias por pasarte por el bosque mágico, vuelve cuando quieras ;)