domingo, 28 de agosto de 2011

Sí, quiero.

Tengo casi comprobado que cada vez que se acerca la fecha de la boda, más miedo tienen de contraer matrimonio. Nacen las dudas, los miedos, las inseguridades, el "no volveré a". No habrá un primer beso ni una próxima cita, nada de nervios y sudores por descubrir algo nuevo, todo será ya conocido.

Nunca nos conformamos con lo que tenemos, siempre deseamos lo contrario aunque seamos nosotros quienes lucharon para tener lo que hoy sostienen nuestras las manos.

Peli liso...¡lo quiero rizado!
Pelo rizado... ¡lo quería liso!

Andamos de inconformistas porque necesitamos notar la sangre correr cada vez más rápido en nosotros, sentirnos vivos, sentir que podemos lograrlo.

Y mientras todos temen al matrimonio, yo deseo casarme.

Puede que todo esto sea producto del video que pondré a continuación. Y yo que pensaba casarme de rojo, de fiesta ibicenca o desnuda en la playa con miles de collares de colores... acabado de encontrar el vestido de mi vida, el fabuloso. Pii piii piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Sonó el silbato.





4 comentarios:

  1. Yo me uniré al grupo de los que lo temen... jajaja ;)

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  2. Pues mire usted, yo no me he casado para no estropearlo. Una vez me dijeron "...lo que está mal hay que arreglarlo, pero lo que está bien...no lo toques..."

    También se le quiere, sabe???

    Besazos enormes

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  3. ¿y cuando te invitan a la boda de alguien que te atrae... carnalmente? ¿que hacer?

    no se si es mejor cortar las venas o las dejo largas.... jajajaj.

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  4. Antes me repugnaba la idea de la monotonía, que todo sea siempre igual, me dava terror... Pero ahora me atrae, tener algo especial que vas construyendo día a día, que pasen los años y pienses "todo esto lo he hecho yo, ha salido de mí y de otra persona". Eso tiene que molar.

    Eso sí, de los vestidos no entiendo demasiado.

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Gracias por pasarte por el bosque mágico, vuelve cuando quieras ;)