viernes, 19 de agosto de 2011

Terminó la fiesta...

Terminó la fiesta, y todos comenzaron a marcharse. Mario le pidió a Laura que se quedase un poco más y ella no se negó, llevaba toda la noche esperando esas palabras.

Dos copas de vino más tarde...

- Hace mucha calor aqui ¿no?
- Si.

Y sin pensarlo, Laura se quedo en ropa interior, esa de leopardo que tenía guardada para una ocasión especial y que ni siquiera recordaba cuando la había comprado. Empezó a tocarse el broche sin quitarle la vista a su acompañante, esperando una sonrisa de complicidad, un gesto... pero nada, Mario no se estremeció, seguía con su mirada perdida. Pasó el minuto más eterno con el traqueteo del cierre y él, con instinto animal la agarró con fuerza y la sentó sobre sus rodillas. Abrochó y colocó correctamente el sujetador en su sitio, milimétricamente acorde con las características de la espalda de ella. Laura huyó de un salto a ponerse la gabardina, olvidando camiseta, pantalón y tacones rojos de la suerte, dirrección salida de emergencia.

Antes de abrir la puerta...

- ¡Laura!

Le respondió con los ojos de desengaño y el corazón de esperanza.

- Vuelve mañana y quédate a dormir si quieres, ya he encargado el sofá cama.

Portazo.

-¿Laura?

5 comentarios:

  1. Si es que de verdad... estos hombres hay a veces que... jajajaja. ¡Él se lo pierde, por no hacerle caso! :P

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  2. acabo de descubrir este bonito rinconcito de internet...

    ¿puedo quedarme?

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  3. ... ?

    Me perdí...

    P.d. No había ningun motivo especial para que leyeras '33', solo quería saber tu opinión... pensé que te agradaría... es todo. En fin.


    H.

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  4. Seguro que se asustó con el Leopardo ja ja ja, mejor culotte ja ja ja.

    Besazos de vuelta

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Gracias por pasarte por el bosque mágico, vuelve cuando quieras ;)