viernes, 25 de marzo de 2011

Un castillo en Grecia, por ejemplo...

Un lago, o un estaque, no puedo recordar con exactitud donde ocurrió. Quizás nunca pasó pero, a eso de las 2 de la madrugada, compartían una manta de cuadritos rojos y la mirada hacia un agua en calma, sin prisas, sin miedo.

- ¿Sabes que estoy pensando?

- No podré saberlo si no me lo cuentas.

- Que no toleramos que nos mientan, y mucho menos si de amor se trata. No soportamos que nos regalen el cielo y, acto seguido, nos den pasaje para el infierno en primera clase. Al menos a mí las incoherencias me sacan se quicio...

- ¿Siempre?

- Siempre es demasiado tiempo.

- ¿Y quién te ha dicho eso?

- El lago - Agarró con fuerza la piedra con la que jugueteaba desde hace unos minutos entre sus dedos, y la lanzó. La lanzó y sólo consiguió dos saltos consecutivos. - Necesitamos que nos digan "te quiero" aunque solo sea un despieste, aunque todo sea mentira y se nos ruboricen las mejillas.

- ¿Y eso no es una incoherencia?

- Claro, pero a veces las cosas que nos sacan de quicio son necesarias.

- No te entiendo.

- Yo tampoco.

- Pero Te Quiero. ¿Podrías arrascarme la nariz? Tengo frío.

Y entre risas comenzaron a planear cómo sería su boda dentro de 10 años. Querían algo sencillo. Querían un castillo con un lago, o un estanque, no puedo recordarlo con exactitud.

4 comentarios:

  1. Mmm... interesante reflexión... Supongo que sí, esperamos que alguien nos diga "te quiero", lo malo es cuando te haces ilusiones y piensas que hay algo más, cuando en realidad lo que la otra persona siente es sólo cariño y no quiere nada más...

    Pensándolo bien, prefiero que me diga otra cosa a "te quiero", para no equivocarnos con los sentimientos... ;)

    Un besito

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  2. Un lago o un estanque; ¿tú qué prefieres?

    Yo personalmente prefiero un lago, exactamente igual que este.

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  3. Te odio... por aveces plasmar con tan enorme sencillez, las ideas de las cuales yo puedo llegar a tener en mi cabeza, pero batallo en encontrar las palabras que le arreglen una armonía.

    No te odio, lo sabes.

    Saludos lejanos.

    H.

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  4. Y que más da...
    ...pedir por pedir, un castillo, con princesa y principe...

    A veces aún es bonito creer en los cuentos...

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Gracias por pasarte por el bosque mágico, vuelve cuando quieras ;)