Añoro tus besos de azúcar y sal,
preocuparme a cada segundo
del blanco de unos dientes
y el rojo de otros labios.
Interpelo de noche a la luna
el motivo de la compleja tesitura
en la que palmitan tus sentidos
como latigazos en la sien.
Fue tu sensible bipolaridad,
mis casa entre las nubes
o el equilibrio imposible
de un calendario equívoco.
Fue compartir inocentemente
los jirones de mi colchón
con planetas distintos,
como lentejas y telas de sofá.
Como quitarse de fumar sin problemas
y pedir al mes una calada desesperada,
busco en mi lógica aplastante
la tormenta que erosionó mi todo.
Pero gracias al Dopoulismo
comprendí que hice bien,
que no tengo motivos para sufrir
mis decisiones pasadas.
Me ha encantado.
ResponderEliminarPero como puede ser eso posible??? el mundo esta loco?? no es posible que no haya nadie que te esté dando abrazos de oso el día entero!!!!
ResponderEliminarMira que voy , eh!!! ;)))
Besos guapa
Perdida en el laberinto de sí misma... la salida siempre puedes encontrarla escalando los muros y contemplando el rompecabezas desde arriba.
ResponderEliminarPara el Dopoulismo es un placer enseñarte a observar desde lo más alto.
Lanzada hacia adelante, sí!
ResponderEliminarSiento envidia del Dopoulismo. No es facil mostrar, enseñar.
ResponderEliminarSufrir, no. Lo mejor, sin duda, está por venir.
(...y no es ningun cuento)
te siento heroína desde aquí,sí
ResponderEliminarNo está bien que nadie sufra por ninguna decisión pasada, lo importante siempre es la intención, y en tu caso apuesto a que siempre fueron las mejores. seguro que los que hayan estado involucrados, sean quienes sean, lo saben, siempre lo han sabido, aunque a veces pueda parecer que no.
ResponderEliminarotra vez es sábado, pero la luna ahora sí escúcha... ^^ escríbele
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