31 de diciembre

La mañana del 31 - diciembre de 2010 - presentí que sería un buen día porque estrené mis botas de aguas y compartí el paraguas con un desconocido. Nada ni nadie consiguió impedir que esa noche fuese mágica: la niebla no puedo con el gran piloto Danié, los gritos de Mariam asustaron tanto al cielo que no nos llovió en el camino y conseguimos tomar la cuesta correcta. Y gracias a la fuerza de voluntad de Montejo, la niña de la curva no nos estropeó la fiesta.

Un brillante color amarillo nos indicó el camino, y al ver el porche y la casa comprendí que Fran había encontrado el lugar idóneo para pasar nuestro Gran Hermano particular.

Nadie mejor que Ricardo entendía la barbacoa y el punto exacto de los solomillos, y menos mal que no me gusta la tortilla de patatas, porque desapareció antes de sentarnos a la mesa.

Aunque nadie me permitió bendecir la mesa, nuse si fue el pie derecho derecho de Marina y la presentadora de la primera, o los lacitos de colores de mamá, pero el 2011 llegó repleto de vibraciones positivas que me auguran el mejor de los años.

La que peor lo pasó fue nuestra Patri, pero a los pocos días ya me estaba enseñando a bailar como una mujer con voz de Manolo y todo. Y con voz de coplera, he de reconocer que Irene tienes más olas que yo para cantar en el singstar. Aunque para hablar de singstar ya tenemos a los tres fantásticos: yo pensaba que era la única Friki-Disney de la casa, hasta que Ismael me demostró lo contrario; y que decir de Miguel y Dani, si se propusieron petar el singstar y no pararon hasta conseguirlo...

Solo quería desearos lo mejor para este nuevo año, y agradeceros que me permitiéseis pasar estos días con vosotros... solo eso.