Se me echó encima la Navidad y no supe ver el árbol adornado de la plaza central. No por falta de ganas, sino porque ese árbol, más que esperanza para el año que entra, trae depresión.
Se me echó el 2010 encima, y no llevaba puesta la ropa interior indicada. Las braguitas rojas deben ser un regalo, pero decidir regalar las mias y comprar unas de última hora.
Se me echó todo encima. Pero no me arrepiento porque ha sido la primera vez que he despedido el año que se va y el nuevo que entra como yo he querido. No como me han pedido.
No pienso soportar falsedades ni malas caras. No tengo corazoncito para continuos sobresaltos ni tampoco puedo colgarme en la frente un cartel en el que rece la inscripción: "no estoy, déjenme descansar". Es la primera vez que no tengo claro que va a pasar con mi vida, pero si tengo claro cómo quiero vivirla.
Ni "dejar de fumar" ni "hacer deporte". No pienso "empezar la dieta el lunes", ni caballos sin orejas ni metas sin sentido. Este 2011 me proponge ser feliz, le pesa a quien le pese.
Y vosotros, no olvideis nunca ser felices ;)
¡Feliz año nuevo!
que el 2011 te eche encima muchos momentos, pero de felicidad =)
ResponderEliminarParece que este 2011 promete, eh? Sonríe y sé feliz, idiota; pero no olvides hacer sonreir a los demás.
ResponderEliminarGeorge, the heaven can wait; but no for my capsules.
:D feliz año nuevo, preciosa!
ResponderEliminarHaces bien, yo es el único deseo que pido cada cambio de año "que seamos felices" el resto viene solo si lo consigues.
ResponderEliminarDe momento no nos ha ido mal.
Un beso para cada día de este año, niña bella.