- Alicia, ¿Alicia? ¡Alicia! Maldita muchacha engreida siempre soñando en su país de maravillas. ¡No hace caso! no escuha a nadie, ¡Mírala! no vuelve la cara...
- Anda siempre como perdida, de allá para acá, de un lado para el otro, sin hacer caso a nadie, sólo a lo que le dicten sus impulsos.
- ¿Rara? Es más que rara, no hay otra como ella. ¡Es horrible! Siempre está planeando una nueva hazaña, una nueva aventura ¡No descansa!
- No tiene tiempo para estar tranquila en su casa como tiene que ser, prefiere dar tumbos como si no tubiese hogar ¡Qué vergüenza!
- ¡Pero mírala! ¡Mírala! ¿Cómo puede ser tan feliz? ¡¡Ainssss Dios mio!! ¡Que injusta es la vida!
- ¡Mirad! ¡Ahi va su madre!
- Que señora, ¿no le da vergüenza de tener una hija así?
- ¿Así cómo?¿Feliz?
Cortó su madre con la interrogativa las lenguas viperinas logrando el silencio.
Creo que su felicidad es contagiosa ;))
ResponderEliminarMe siento........curado.
Besos sonrientes
Feliz :)
ResponderEliminarHAHAHAHA Touché!
ResponderEliminarEsas si son madres! no mamadas!
H.
Me gusta la madre de Alicia, me recuerda a la mía!
ResponderEliminarA eso van reduciendo la vida, el estar feliz porque sí ya es síntoma de locura O.o Me pasa de a ratos mientras ando...
ResponderEliminarSalu2, me gusto mucho este diálogo! =)