lunes, 10 de mayo de 2010

Cotillas sin sillas

- Alicia, ¿Alicia? ¡Alicia! Maldita muchacha engreida siempre soñando en su país de maravillas. ¡No hace caso! no escuha a nadie, ¡Mírala! no vuelve la cara...

- Anda siempre como perdida, de allá para acá, de un lado para el otro, sin hacer caso a nadie, sólo a lo que le dicten sus impulsos.

- ¿Rara? Es más que rara, no hay otra como ella. ¡Es horrible! Siempre está planeando una nueva hazaña, una nueva aventura ¡No descansa!

- No tiene tiempo para estar tranquila en su casa como tiene que ser, prefiere dar tumbos como si no tubiese hogar ¡Qué vergüenza!

- ¡Pero mírala! ¡Mírala! ¿Cómo puede ser tan feliz? ¡¡Ainssss Dios mio!! ¡Que injusta es la vida!

- ¡Mirad! ¡Ahi va su madre!

- Que señora, ¿no le da vergüenza de tener una hija así?

- ¿Así cómo?¿Feliz?


Cortó su madre con la interrogativa las lenguas viperinas logrando el silencio.

5 comentarios:

  1. Creo que su felicidad es contagiosa ;))

    Me siento........curado.

    Besos sonrientes

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  2. HAHAHAHA Touché!

    Esas si son madres! no mamadas!

    H.

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  3. Me gusta la madre de Alicia, me recuerda a la mía!

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  4. A eso van reduciendo la vida, el estar feliz porque sí ya es síntoma de locura O.o Me pasa de a ratos mientras ando...

    Salu2, me gusto mucho este diálogo! =)

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Gracias por pasarte por el bosque mágico, vuelve cuando quieras ;)