Ya no se

Ni revolverme entre los rincones de mi habitación lamiendo el polvo olvidado de días atrasados conseguirán que abra cualquier cajón sin llave. Las vueltas incontrolables en mi silla de soñar han pasado de ser una atracción de parque a convertirse en simples vueltas en una silla, y escribir como antes hacía comienza a ser todo un reto.

Gritar por la calle me sigue pareciendo atrayente, el olor de incienso natural y el té con leche son parte de mis tardes, y pegar recortes en las paredes o doblar bolsas de plástico me sigue desestresando como el primer día. Pero el resto es distinto...

Quizás deba dejar de escribir, abrir otro blog, comprarme un diario de mano, hablar más con la mascota de mi compi, ... Cambiar de estilo para poder cambiar de personalidad. Fundir a mi yo de aquí con el de allí, unirme, ser una...

Puede que así deje de confundir ficción con verdad, puede que así sea capaz de ponerle cara a la realidad.