¡ Cu -Cu !

- ¡Cu - cu!

- ¿Dónde estás?

- ¡Ven aquí y me encontrarás!

Son juegos, juegos infantiles... y como una niña sigo cada juego que se me presenta sin buscar la línea de meta, simplemente por la propia emoción que conlleva el estar dentro de la partida.

Observando con los ojos acristalados el dado, que decidirá cuantos pasos tengo que dar esta vez, sin quitarle la vista porque la simple diferencia de un número puede cambiar completamente el destino calculado.

Vigilando al resto de jugadores, porque no sabes cuando te están engañando, no sabes en que momento van a quitar esa hermosa sonrisa que llevan sosteniendo toda la partida para aplastarte con un a sola jugada.

Me encanta la tensión que se mantiene en todo momento,y la sensación de que todos mis sentidos por fin se ponen deacuerdo para lograr un cometido.

En la vida nos retan continuamente, y si nos lo tomáramos todo como un juego, seguro que le restaríamos importancia, incluso creo que sabríamos sobrellevarlo mejor.

Yo hago eso, le doy a las cosas la importancia que le daría a cualquier juego, pero...¿os cuento un secreto? Me encanta jugar, creerme que soy parte de cada tablero, me gusta apostarlo todo.

Hemos venido a jugar...¡juguemos!

- ¡Cu - Cu!

- ¿Dónde estás?

-Ven aqui y me encontrarás...

- ¿Dónde cojones te metes?