Como si el mundo se terminara en unos segundos salí corriendo hasta el servicio y abrí el grifo tan rápido que el agua me salpicó la camisa, no me importó, pues eso era lo que realmente buscaba. Con la vista nulada comencé a sacar papeles del surtidor y los empapé del agua, a modo de compresa-pokemon (si como cuando As, de pueblo pableta, tenia fiebre). La deposité en mi frente y cerré los ojos un instante...sólo necesitaba no pensar, solo eso.
En unos minutos comenzó a sonar la música, quien pudo calmar por un momento la voz de mi cabeza, más nunca callarla, por el hecho de que no deseo su mudez, sino tiempo para comprendrla.
Pero eso fue ayer tarde, porque esta mañana simplemente la he dedicado a rehuir conversaciones que a voz de pronto parecen divertidas pero que me hacen sentir fuera, diferente. Claro, que siempre me quedará el comentario a destiempo que arranca un par de sonrisas y hacen que todos cambien de tema. Una medida barata, en lugar de enfrentar mis miedos, pero día de hoy la más rápida y eficaz.
Por otra parte me siento en una nube, de la que quizás vuelva a caerme cuando abra los ojos, no es la primera vez que me la pego...
Y yo misma me sigo contradiciendo en varios sentidos, incluso creo que me gusta rozar la locura como lo estoy haciendo ahora mismo.
No se si alguien a entendido esto, tampoco era mi intencion, yo soy la primera que se ha perdido.
Ala, a llorar a jerusalen
Pobre Jerusalén (8)
ResponderEliminarEres una petarda. Que sepas que si esa nube decide volverse negra y te deja precipitarte al vacío, alguien habrá sosteniéndote, o al menos intentándolo.
La música eh? Eres una petarda.
Te tornaste complicada... respira!
ResponderEliminar