Ayer me senté a escribir en las rodillas de mi cama, pero no se me ocurría nada y pensé en dejarlo para mañana. Mañana... Y mientras refranes redundantes ocupaban mi habitación como letreros de "salida de emergencia", me asaltó el miedo, la duda, y la idea de quedarme sin palabras.
Tecleé cinco renglones y no continué, lloré.
Llevo así durante demasiado tiempo xD yo también lloro, pero confío en que tarde o temprano las musas regresen.
ResponderEliminarÁnimo, ¡nosotras podemos!
Podemos!! Podemos!! Aunque yo empiezo a temblar cuando llegan las musas...
EliminarUn abrazo!^^
No se si leerás esto, porque ya hace como 3 siglos y medio de esta entrada pero si lo lees, pues mejor. un comentario en plan "destrangis" jajaja
ResponderEliminarNada, solo darte las gracias por pasarte por mi mierdecilla de blog a ponerle tu alegría. Llega a su fin y a ver si soy capaz de centrarme en otras cosas que me motiven algo más.
Todo este tinglao acabará a finales de agosto, con el calorcico se va a chamuscar.
Disfruta, se feliz y gracias.
Un besazo.