Ayer rompimos la tarde

Olía a canela, y presentí un fuerte olor a ensaimadas recién hechas. La cocina siempre nos hizo levantarnos de un salto para saborear cualquier delicia con chocolate, pero ayer fue diferente, ayer rompimos la tarde.

Giraste las manecillas a tu antojo y me susurraste al oído "cinco minutos más..."

Tus dedos se descarrilaron de su hilera y como hormigas perdidas, me recorrieron la mitad de los sentidos mientras, la otra mitad, se dedicaba únicamente a tu mirada.Y yo, sintiéndome guapa y despeinada, te declaraba la guerra con los cojines nuevos. El resto está por predecir, y es que nos da muy bien multiplicar los minutos y echarnos de menos.