Cuando me fallan las letras me paro, respiro, y vuelvo a abrir mi nevera. Busco entre papeles y frases olvidades de dias que, sin saber por qué, escribí en el ticket del bus que había vuelto a enamorarme. Me gusta abrir un libro y encontrar trazos de color rosa que me recuerdan que yo también lo soñé. Hay veces que puedo pasarme los segundos contemplando los trazos que hiceron, unas manos tan pequeñas, algo grande de mi nombre. A veces es necesario recordar que tengo una silla de dar vueltas solo para mi.
Y buscando encontré una de las causas por las que comencé a escribir frases absurdas en los billetes de autobús una tarade cualquiera de 2007. Se llama Gen, o al menos eso creo. No se de donde la saqué exactamente, solo se que choqué con ella de casualidad, que es como suelo encontrar las cosas bonitas (y la foto es del mismo rincón perdido).
EL PAPEL PINTADO
El papel pintado de la pared del pasillo tiene flores marrones, amarillas y ocres. Elena las contempla cada día, asegura que están más abiertas y hermosas que el día anterior.
Cuando crezcan un poquito más, piensa, y sus tallos, sus hojas, sus pétalos, ya no quepan en la pared, tendrán que salirse del papel y extenderse en libertad, trasladarse a los placeres de una tercera dimensión. De esta manera, irán ocupando el pasillo y convirtiéndolo en una selva donde hojas, tallos, ramas, flores ocres, marrones y amarillas, bailen y se retuerzan entre sí, abracen e impidan el paso a cualquiera que se atreva a irrumpir allí. Excepto a Elena.
A Elena la dejarán pasar, porque ahora ella es la única que se ocupa de las todavía pequeñas y bidimensionales florecillas. Cuando se queda sola, corre al armario de la cocina a por el difusor de agua que mamá siempre usa para regar los geranios. Los geranios siempre crecen, así que las flores del pasillo, amarillas, marrones y ocres, deberán crecer también. Por eso, Elena se toma su tiempo, para regarlas bien, cuidadosamente, con cariño.
Ellas, las flores, lo notan, Elena lo sabe, y cuando crezcan tanto que no dejen pasar la luz, dejarán que Elena corra hasta su habitación y luego se estrecharán y se enredarán, impidiendo que papá o mamá lleguen hasta ella, para que nunca más vuelvan a gitarla.
A todos los que siguen pasando por aquí, deciros que aunque no os comente os sigo leyendo ;)
Y siento mucho mi ausencia, pero estoy buscando mi letra cursiva...
creo que vas por el buen camino :)
ResponderEliminarLas musas volverán, no te preocupes ;)
ResponderEliminarEn la nevera hace frío. Eso es lo que se necesita para escribir... o no.
ResponderEliminarmientras encuentras lo que buscas, seguiremos por aqui, seguro.
ResponderEliminarBesos!