Escaparon los girasoles,
esos que rebosaban
de alegrias mis bolsillos.
Las sonrisas calzadas
eran sólo lágrimas
con caretas de fiesta.
No me llames, silencio.
No me mires, oscuridad.
No me toques, distancia.
Se me debilitan las cikatrices
y se borran los "tonta"
que invaden de rojo mi pared.
No me arrepiento de sentir.
No me culpo de estar viva.
No.
esos que rebosaban
de alegrias mis bolsillos.
Las sonrisas calzadas
eran sólo lágrimas
con caretas de fiesta.
No me llames, silencio.
No me mires, oscuridad.
No me toques, distancia.
Se me debilitan las cikatrices
y se borran los "tonta"
que invaden de rojo mi pared.
No me arrepiento de sentir.
No me culpo de estar viva.
No.
Como debe ser. La vida hay que sentirla, vivirla con pasión. Es verdad que la razón te puede salvar de muchas situaciones, pero en lo respecto al amor... no hay mucho que hacer, el corazón actúa por su cuenta.
ResponderEliminarMe gusta mucho la imagen de los girasoles y tus bolsillos rebosantes de alegría. Y también la sensación de debilitarse las cicatrices. No podemos aguantar eternamente el dolor de las heridas... ;)
Un besito guapa.
En cuanto a mi entrada, no había pensado en una historia final. Simplemente, ella le regalaría sonrisas todas las mañanas ^^
No
ResponderEliminarNo...
están ahí, a la vuelta de la esquina ^^
Parece que eso de autoproclarse "tonto" empieza a ser una especie de epidemia...
ResponderEliminarMira que ahora soy yo el voy y te abrazo, eh!!!!
Besazos guapa
Acaso sentir es pecado como para tener que arrepentirse??? No te culpes, bastante tienes con lo que puedas sentir por dentro en ocasiones como para castigarte... Y te digo como Dani...en ese plan, organizamos manifestación para ir a darte el abrazo, eh???
ResponderEliminarEspero que mientras escribo esto tú estés flipando con Lucas Masciano. Yo me he tenido que quedar en casa...malito.
Un beso gordo... y borra el rojo de tu pared...VECINA!!
Desde luego nadie tiene culpa de vivir.
ResponderEliminar