Me obsesiona la idea de obsesionarme,
me quema la sal de tus labios
y las palabras que nunca me dijiste.
Los cuentos que no me contaste
están en la estantería abandonada
de historias por vivir.
Y a la izquierda de todas tus inquietudes
te observo, desde lejos,
siguiendo todos tus movimientos
agazapada en un rincón.
Me encuentras con la mirada,
y tu boca esboza una pequeña sonrisa.
No sonries. Te ries de mi.
Te hacen gracia mis lamentos.
Mis dias sin luna. Mis noches sin sol.
Mis astillas clavadas por el roto de tu colchón.
Dejaré de buscarte, perseguirte,
pedirte fuego por las esquinas.
No volveré a suplicarte
tus besos en mis sueños.
Já.
Ahora soy yo quien se rie de mi.
Los dias me han sido favorables... pero no es hasta que leo tus versos que las heridas se hacen acidas, mi cuerpo se encoje y mis ojos escurren los lamentos que no estaban dispuestos a salir a la vida.
ResponderEliminarFuertes bofetadas de realidad me has traido esta noche.
Gracias.
Saludos lejanos.
H.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMÂKTÜ[B] (¿O debería escribir Natalia?):
ResponderEliminarNo tienes que ofrecer perdón por algo que no ha sido tu culpa, siempre he sido de esa idea, yo cargo mis yagas vivas porque es lo que solo he provocado, tus escritos lo unico que hicieron fue espejear que mi realidad está aquí, en España, en Malasia, en Hong Kong, estará persiguiendome en todo el mundo, en todo el universo, si es que no puedo resolverla.
Tengo ganas de un café virtual... siento que tenemos muchas cosas por compartir.
Shall we?
H.
La vida nos mete sal en las llagas para ponernos a prueba.
ResponderEliminarSe feliz.
Besos dulces
no te rías de ti, no te dejo que te rías de ser fiel a ese corazón loco, ciego y enorme que tienes! a veces, nuestros sentimientos son más temerarios que nosotros
ResponderEliminarDel amor al odio hay un paso; de la risa al llanto tan sólo una mirada. Busca unos ojos que no mientan, y sonríe.
ResponderEliminarSrita Lara:
ResponderEliminarComo bien comentó su conocida/colega/amiga Danielle en alguna de mis entradas:
'Un hombre con capa siempre guarda trucos bajo ella'
Saludos lejanos.
H.
La vida es a veces para morirse de risa, pero de la buena siempre, que nada vale tanto como ella misma, la vida.
ResponderEliminarEscoja usted el primer cuento de este año. Se lo cuento...
ResponderEliminaruy, que durilla te has puestooooo!!!!
ResponderEliminarUn besazo, guapa