Una gran persona ha puesto en sus labios las palabras de un sabio escritor, y tras hacerme estremecer con sus gestos y su mirada por encimas de las gafas viejas, me ha dicho que no lo entiende, que no es real. "Hermosas palabras" decía, "pero de qué sirven..."
El famoso prosista sólo decía en cuatro folios que debemos cerrar círculos, que no miremos atrás. Que nos deshagamos de ese "adhesivo" que cargamos a la espalda, que arrojemos en el cajón del olvido aquellas historias que sólo nos han creado quebraderos de cabeza...
Pequeño amigo literato, "hermosas palabras" pero no pidas imposibles...
Si llevamos toda nuestra vida andando entre círculos, no podemos andar en línea recta porque, seguramente, caeríamos desfallecidos al princpio del camino. Tampoco podemos dejar que alguien nos saque de nuestra esfera y nos marque el camino de la suya propia, porque entonces, seguiríamos deseando escapar.
Es cierto que un clavo saca a otro clavo, pero no podemos vivir con una tachuela que nos hiera el pulgar toda la vida. Claro que tienes que caerte, hacerte arañazos, cortes y torceduras, pero serán tus propias heridas de guerra las que te recuerden que no debes volver a pasar por ahí. Las cicatrices te hacen fuerte, las hemorragias debilitan.
¿Que hacer? Lo siento, pero esa respuesta no la vas a encontrar en ningún libro de autoayuda.
Debes ser tú la que se marque sus propias metas y se cure sus heridas. No cierres círculos, no te quietes adhesivos que te guste llevar y no camines en una lína recta que no te deje mirar atrás. Sal de ese bucle en el que te encuentras metida y crea el tuyo propio. Un círculo en el que te encuentres cómoda. Marca tu trayectoría y decórala con las pegatinitas que te de la gana. Sigue escribiendo el libro de tu vida, pero no dejes que nadie te corrija las faltas. Si acaso, lee algo sobre reglas ortográficas.
¿Cómo hacerlo? Salta, grita, suéltate la melena, revuélcate entre el suelo y baila al hula hoop.
Haz lo que veas necesario.
Cada uno encuentra su respuesta.
Y sólo tú tienes la tuya.
...y que digan lo que quieran.
Cada uno encuentra su respuesta.
Y sólo tú tienes la tuya.
...y que digan lo que quieran.
tendré que hacerte caso, intentarlo con las rodillas llenas de moratones y, después, pegar esa estampita de bob esponja que me ofreces en mi trayectoria romboidal y dejarte un abrazo, o quince, para ti tengo todos los abrazos que quieras
ResponderEliminarCaminar en círculos marea; y la linea recta es la distancia más corta entre dos puntos. Consejo de ingeniero.
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