sábado, 7 de noviembre de 2009

miércoles diferentes

El año pasado empecé la carrera...

Mis amigos en Granada y yo en Málaga. En magisterio deseando hacer enfermeria o arte dramático, sin nadie, deseando compartir mi vida aunque solo hubiesen sido unos momentos...Sola...tenía miedo de seguir sola.

Pero entonces un profesor anunció un curso de teatro, y aunque no encontré a nadie que se apuntase conmigo no me iba a quedar con las ganas. El conductor del autobús me tuvo que explicar cómo llegar, y aunque me perdí encontré el sitio. Llegue un tanto extrañada, llegué asustada, sentada en el suelo mientras terminaba de leerme unos apuntes de "didactica". Viendo como la gente va llegando y se abraza, se saludan, se besan... y cuando llega la hora de tu presentación ni si quiera tienes a alguien que te aplauda ni que recuerde tu nombre a la primera.

La carrera me resultaba fácil, pero me dí cuenta que no era lo que buscaba y estuve a punto de abandonar en más de una ocasión, pero el teatro de los miércoles por la tarde me ataba a una Málaga que empecé a conocer poco a poco. Era mi punto de escape, mi salida, lo que necesitabamos para poder seguir hacia adelante una semana más. Literalmente, entrabas llorando por los porblemas de fuera y salías riendote de ellos...más que una terapia, una forma de vida.

He encontrado amigos, de esos que sabes que tendrás para toda la vida, de esos que yo pensaba que no existian. Se que con una llamada de teléfono tengo un café asegurado o incluso una sonrisa...He conocido a gente tan especial, tan luchadora, tan únicos que no puedo ni explicarlo, necesitarias vivirlo...

Gracias a que llegué un día asustada a un tal Santa Rosa de Lima puedo ser yo, e incluso e descubierto que puedo seguir haciendo teatro...¡gracias Jesucristo por tener un musical!

La obra final no podría explicarla porque las palabras que usaría ya las usó Paula en su día, y lo explicó tan perfecto que no me atrevo a cambiar ni un solo punto.

Ahora nos los quitan a la mayoria, se van los antiguos y ellos no paran de asegurar que "no pasa nada, es normal". Pero yo no puedo aceptarlo, no quiero creerlo, no se que va a ser de mi vida sin los miercoles tarde. Os resultará una tontería pero me acaban de arrancar un trocito, parte de una base que sujetaba el resto de mi yo.

Me siento tan débil...

1 comentario:

  1. Siempre serán nuestros veteranos ^^, nuestros niños grandes. El año que viene volverán... Y todos juntos haremos que tiemblen las tablas del Cervantes.

    ResponderEliminar

Gracias por pasarte por el bosque mágico, vuelve cuando quieras ;)