contra el mundo

¿Que he perdido la cabeza? ¿Que he dejado de ser la que era? una polla...

Quizas el sin-sentido que me envuelve me ha conseguido asfixiar hasta el punto de volverme irreconocible, hasta el maldito punto de soltar una carcajada cuando reina el silencio o quedarme callada cuando todos se rien con tus mejores chistes.

No rias, no llores, no grites, no hables...solo mirame a la cara.
Mirame a los ojos y di que soy otra, y jurame que no soy aquella que te observaba en silencio y se chocaba contigo por casualidad.

Lo reconozco, no cumpli ninguna de mis promesas que hize hace tiempo, pero me excuso con el pretexto de que era menor de edad y no tenia el suficiente uso de razon como para no jurar en vano. No es porque quiera librarme de toda cumpla, simplemente te creo culpable de que me desobedeciese en todos mis madamientos que me planteé cuando era una estupida cria. Has conseguido romper mis ideales, has hecho de mi otra. Te aliaste con el destino para hacer de mi una inocente niña asustada que seria el blanco de tu maldita partida de ajedrez.

Y échame en cara si te atreves que estoy irreconocible, y gritame lo mucho que he cambiado sin que te ruborices ni la nariz te crezca por cada milésimas de segundos. Ahora escupe falsos prejuicios y dime que no soy lo que esperabas.

Sonrie si te atreves, y ni se te ocurra escupir ni una lágrima mas por aquello que todos llaman nubes, bastante ha llovido ya...si quieres, puedes crear una tormenta donde grites ante el mundo el perdon que me merezco.