Yo creo, si creo.

Como un hada que acaba de perderse, asustada por que se escapo de su cuento y ha caido en un mundo complemtamente diferente al suyo.

No puede ver el bosque donde viven los árboles con los que hablaba cada mañana, porque ni si quiera hay árboles.

Sus poderes acá son inutiles. No encuentra a nadie con la suficiente moral como para poder darles uso, lo contrario seria lo más parecido al suicidio.

No puede ni volar. Ha perdido todas sus fuerzas. Nota como el falso oxigeno que respira resbala por su nariz envenenando sus pulmones y no puede hacer nada para impedirlo.

Se encoje en un rincón, y va notantdo como sus musculos se van atrofiando lentamente. Tiene frio. Poco a poco se vuelve escuálidad y nota como su cuerpo empieza a encoger . Tirita.

Antes su cabello caia suavemente formando ondulaciones que bailaban al compas del viento, ahora se averguenza ocultando como se le cae a manojosy los esconde en sus puños cerrados, muy fuerte.

El estruendo de un coche todo motor acaba de pasar por su lado y de un simple giro le escupe el charco de barro que habia a su lado y sigue su trayectoria sin ser consciente de lo que acababa de pasar, sin saber de lo que era culpable ni de que se le acusaba. Corría, solo eso.

¿Qué es eso tan asqueroso?

¿Qué resbala por mi cara? - se preguntó el hada asustada.

Sin ser conciente de que aquello que tanta repulsion le produjo y que acababa de ver por primera vez no eran más que sus lágrimas...

¿Dónde esta mi polvo dorado?. - se preguntaba una y otra vez.

¿y mi brillo?

Cuando alguien dice que no cree en las hadas, automáticamente muere una de ellas. La atrapamos en nuestro mundo creyendonos sus dueños y las abandonamos a su suerte, cometiendo el peor de los crímenes.

¿Quien somos nosotros para decir si creemos o no en algo que ni si quiera conocemos?

¿En que criterio basarnos?

¿Por qué esos aires de superioridad?

No somos nadie para senteniar con nuestras palabras.

Y su dulce luz fue menguando convirtiendose en ceniza dorada que mas tarde, se llevó el viento.